El pasado 1 de marzo, el presidente y socio fundador de Dictum Abogados, Aurelio Gurrea Chalé, titular mercantil, auditor y abogado, recibió la Cruz Distinguida de Segunda Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort, distinción que otorga el ministerio de Justicia.
Presidido por la ministra de Justicia, Dolores Delgado, quien hizo entrega del galardón, el acto de imposición de condecoraciones reunió a profesionales -representantes de los cuerpos de funcionarios de la Administración Pública, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, académicos, abogados y forenses-, quienes fueron reconocidos por los méritos vinculados a la Justicia y el estudio del Derecho alcanzados a lo largo de sus carreras.
La petición de la concesión a Aurelio Gurrea Chalé de la Cruz de San Raimundo de Peñafort partió de los miembros de la Junta de Gobierno del Colegio de Titulares Mercantiles de Málaga, el cual ha presidido hasta el pasado mes de enero, “por sus méritos profesionales y docentes en la rama del Derecho concursal, un reconocimiento que ha trascendido a sus colegas de Iberoamérica a través de Instituto Iberoamericano de Derecho Concursal (IIDC), del que ha sido vicepresidente ejecutivo y, actualmente, miembro del Comité Académico y presidente del Capítulo Español; así como por su generosidad y altruismo con sus compañeros de profesión”, exponía, entre otras razones, el escrito.
A la solicitud del Colegio de Titulares Mercantiles de Málaga se han adherido magistrados del Tribunal Supremo, de Audiencias Provinciales, de los Juzgados de lo Mercantil en los que principalmente el presidente de Dictum desarrolla su trabajo como administrador concursal, de Juzgados de Primera Instancia, el letrado del Tribunal de Cuentas y también varios letrados de la Administración de Justicia y miembros de la Orden de San Raimundo de Peñafort.
Se han sumado a la propuesta, asimismo, catedráticos y profesores de la Academia española (facultades de Derecho, Económicas y Comercio), colegios de titulares mercantiles, de abogados, de procuradores, de graduados sociales y de economistas, además de varias agrupaciones territoriales del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España.
En el ámbito internacional, han apoyado la petición el Instituto Iberoamericano de Derecho Concursal, la facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Córdoba (Argentina) y el Instituto de la Empresa de dicha universidad, del que Gurrea es miembro; la facultad de Derecho de la Universidad de Montevideo (Uruguay), la facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Tucumán (Argentina), el departamento Tecnológico de Derecho del ITAM (México), la facultad de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, la facultad de Derecho de la Universidad de Siena (Italia), así como miembros del Banco Mundial.
También han querido estar presentes con sus adhesiones embajadores, diplomáticos, alcaldes, ejecutivos de entidades financieras, de empresas y de organizaciones sindicales, además de innumerables profesionales compañeros y amigos del condecorado.
Los principales motivos que el ministerio de Justicia ha tenido en cuenta para la concesión de este galardón a uno de los socios fundadores de esta firma han sido su marcada trayectoria y actividad profesional en el Derecho mercantil y concursal, tanto en España como en Iberoamérica y, especialmente, dentro del ámbito asociativo y de los colegios profesionales; su talante y generosidad, al compartir altruistamente sus conocimientos jurídicos y económicos con sus compañeros, como también el haber prestado servicios durante más de cuarenta años, sin nota desfavorable, como auxiliar de la Administración de Justicia en calidad de perito judicial, además de síndico, comisario, interventor judicial y administrador concursal. También se ha tenido en cuenta su currículo de profesor de posgrados en varias universidades y sus publicaciones de Derecho concursal en España e Iberoamérica.
En palabras del propio Aurelio Gurrea Chalé, “es motivo de orgullo y una satisfacción enorme que una trayectoria profesional sea reconocida por tus propios compañeros y por los que, en muchas ocasiones, asistí como auxiliar de la Justicia. A ello se han sumado otros miembros de la sociedad civil, que de forma individual, unas, y colectiva, otras, han propiciado que un humilde profesional de las ciencias jurídicas, económicas y contables haya sido merecedor de tan preciado galardón. Por ello quiero agradecer públicamente a estos compañeros, personas y entidades que hayan tenido este recuerdo hacia mi persona y prestado su adhesión para la concesión de este reconocimiento por parte del ministerio de Justicia de pertenecer la Orden de San Raimundo de Peñafort”.