Publicado en El Mundo el 19-9-2011, por Emilio Beltrán y Esperanza Gallego
La reforma concursal ha olvidado que no todos los defectos que afectan a la insolvencia de empresas y de particulares pueden resolverse con la simple modificación de la Ley Concursal. En particular, es patente que los juzgados de lo mercantil están saturados, pero generar la ilusión de que la sobrecarga de trabajo que sufren cambiará como consecuencia de la modificación legal no es una expectativa real (…)
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